Errores con la aplicación de la toxina botulínica
Para conseguir resultados naturales hay que tener un exhaustivo conocimiento de la musculatura cervicofacial y su funcionalidad.
La toxina botulínica es uno de los mejores tratamientos en estética facial, uno de los objetivos que buscamos en nuestros pacientes es relajar la musculatura depresora de toda la cara y así potenciar la musculatura elevadora.
A continuación y basándonos en nuestra dilatada experiencia, enumeramos los errores más comunes en su aplicación.
Errores de acción:
- Usar demasiada dosis = falta de expresión.
- Mayor difusión a musculatura no deseada.
- Inyectar por norma la parte superoexterna del músculo orbicular= cejas excesivamente elevadas.
- Inyectar el músculo frontal en personas que lo utilizan para elevar los párpados= cejas y/o párpados caídos.
- Inyectar demasiado inferiormente las patas de gallo = incremento de las bolsas.
Errores de omisión:
- No inyectar el tercio inferior de la cara = disminución de la eficacia del resultado global.
- No inyectar las arrugas no naturales (arrugas de conejo, paranasales).
- No conocer los patrones de contracción muscular.
- No diferenciar entre ceja masculinas y femeninas.
- No combinar la toxina botulínica con otros tratamientos.
Después de muchos casos , tenemos claro que no todos los pacientes son candidatos a este tratamiento, y que la musculatura de cada paciente y su funcionalidad son los criterios mas importantes a la hora de hacer una valoración e indicar el tratamiento.
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