Apnea e hipoapnea del sueño en Cantabria

 

La apnea del sueño es un trastorno en el que la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño, afectando la oxigenación del cuerpo y la calidad del descanso. Se clasifica en apnea obstructiva del sueño (AOS), apnea central del sueño y apnea mixta. La hipoapnea del sueño, por otro lado, se refiere a episodios de respiración superficial o disminuida que también pueden alterar el descanso nocturno. También nos gustaría recordar al público que nuestro tratamiento de apnea e hipoapnea del sueño en Cantabria funciona y queremos que muchos más pacientes tengan la alternativa de acudir a nosotros para mejorar su situación cuanto antes.

 

Las consecuencias de estos trastornos pueden ser graves si no se tratan

 

Las principales causas de la apnea y la hipoapnea del sueño incluyen la obesidad, la anatomía de las vías respiratorias superiores, el consumo de alcohol o sedantes, enfermedades neuromusculares y factores genéticos. La apnea obstructiva es la más común y ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan en exceso, bloqueando el paso del aire. Las consecuencias de estos trastornos pueden ser graves si no se tratan. La falta de oxígeno durante el sueño puede provocar fatiga crónica, hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2, disminución del rendimiento cognitivo y un mayor riesgo de accidentes debido a la somnolencia diurna excesiva. También puede afectar la calidad de vida, causando irritabilidad, depresión y problemas en las relaciones interpersonales.

 

El diagnóstico de la apnea e hipoapnea del sueño se realiza a través de estudios especializados, como la polisomnografía o estudios de sueño en el hogar. Estos exámenes permiten evaluar la cantidad de interrupciones respiratorias por hora y la saturación de oxígeno en la sangre, ayudando a determinar la gravedad del trastorno.

 

Mejorar la calidad del sueño en Cantabria

 

El tratamiento depende de la severidad del problema. En casos leves, pueden recomendarse cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, evitar el alcohol y los sedantes, y cambiar la posición al dormir. En casos moderados o graves, se puede indicar el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que mantienen la vía aérea abierta durante el sueño. También existen dispositivos orales que ayudan a reposicionar la mandíbula para facilitar la respiración. En algunos pacientes, especialmente aquellos con anomalías estructurales en las vías respiratorias, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir el problema. Entre las opciones quirúrgicas se encuentran la uvulopalatofaringoplastia (UPPP), la cirugía maxilofacial y la estimulación del nervio hipogloso.

 

El seguimiento médico es esencial para evaluar la eficacia del tratamiento y realizar ajustes si es necesario. Con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, es posible mejorar significativamente la calidad del sueño y reducir las complicaciones asociadas con la apnea e hipoapnea del sueño.