Melitza González es ginecóloga (médico), sexóloga y sex coach en Cantabria y quiere explicarnos, antes de nada, las diferencias que tantas veces se olvidan o no se conocen entre una y otra de estas especialidades.

 

Cada profesional dentro de la terapia sexual tiene un rol específico. Es importante acudir al adecuado según la necesidad: si se trata de un problema físico, un ginecólogo o urólogo puede ser la mejor opción; si hay un problema psicológico o emocional, un sexólogo clínico o terapeuta de pareja es el indicado; si se busca asesoramiento y motivación, un sex coach puede ser útil. Conocer estos límites ayuda a recibir la mejor atención y evitar el intrusismo profesional, que por desgracia se da demasiado en todo este tema de la terapia de la pareja y la sexualidad.

 

 

Terapia de pareja con una sex coach en Cantabria que es mucho más que eso

 

La terapia de pareja enfocada en la sexualidad puede fortalecer la relación al mejorar la comunicación, el deseo y la conexión íntima, ayudando a las parejas a disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria. Acudir a una ginecóloga y una sexóloga al mismo tiempo ofrece un enfoque integral para la salud sexual y reproductiva, abordando tanto los aspectos físicos como emocionales de la sexualidad. Mientras que la ginecóloga se encarga de la salud del aparato reproductor femenino, la sexóloga trabaja con la parte emocional, psicológica y relacional de la vida sexual.

 

Uno de los principales beneficios es la posibilidad de recibir un diagnóstico y tratamiento más completo. Muchas veces, los problemas sexuales tienen causas tanto físicas como psicológicas. Por ejemplo, el dolor durante las relaciones sexuales puede estar relacionado con una infección o un problema ginecológico, pero también puede ser consecuencia de ansiedad, estrés o experiencias previas negativas. Al consultar con ambas especialistas, se puede abordar el problema desde diferentes ángulos y encontrar soluciones más efectivas.

 

Además, esta combinación de atención permite mejorar la educación y el autoconocimiento sexual. La ginecóloga puede brindar información sobre anticoncepción, fertilidad y prevención de enfermedades, mientras que la sexóloga ayuda a trabajar la confianza, el deseo sexual y la comunicación en pareja. Esto es especialmente útil para mujeres que tienen dudas sobre su placer, sufren de falta de deseo o experimentan inseguridades en su vida íntima.

 

Vida sexual en el embarazo, el posparto o la menopausia

 

Otro beneficio clave es el acompañamiento en etapas importantes de la vida, como el embarazo, el posparto o la menopausia. Estos momentos pueden traer cambios físicos y emocionales que afectan la vida sexual, y contar con la guía de ambas profesionales puede facilitar la adaptación y mejorar el bienestar general. Por tanto, acudir a una ginecóloga y una sexóloga al mismo tiempo permite una atención más completa, favoreciendo la salud física, emocional y sexual. Este enfoque integral ayuda a resolver problemas, mejorar la calidad de vida y disfrutar de una sexualidad plena y saludable.

 

El intrusismo profesional en la sexología es un problema creciente que afecta la calidad de la atención en salud sexual. Consiste en que personas sin la formación adecuada ofrecen servicios de asesoramiento o tratamiento en sexología, poniendo en riesgo el bienestar de quienes buscan ayuda. La sexología es una disciplina que requiere conocimientos en anatomía, fisiología, psicología y relaciones humanas, por lo que su ejercicio debe estar a cargo de profesionales con estudios específicos en el área.

 

Uno de los principales riesgos del intrusismo es la difusión de información errónea o poco científica. Muchas veces, quienes ejercen sin preparación adecuada se basan en creencias personales, experiencias propias o consejos sin fundamento, lo que puede generar confusión y afectar negativamente la vida sexual de sus clientes. Esto es especialmente peligroso en el tratamiento de disfunciones sexuales, donde una mala orientación puede agravar el problema en lugar de solucionarlo.

 

 

Intrusismo profesional en este aspecto de la terapia de pareja

 

Otro aspecto preocupante es la falta de ética profesional cuando nos encontramos con casos de intrusismo profesional en este aspecto de la terapia de pareja y de las relaciones íntimas. Los sexólogos formados siguen principios éticos que garantizan la confidencialidad, el respeto y la no discriminación en sus consultas. En cambio, personas sin acreditación pueden actuar sin regulaciones claras, exponiendo a sus clientes a juicios, prejuicios o incluso prácticas dañinas. Además, en algunos casos, el intrusismo puede derivar en situaciones de abuso de poder o manipulación emocional bajo la excusa de una supuesta «terapia sexual».

 

Para evitar este problema, es fundamental que quienes buscan ayuda en temas de sexualidad verifiquen la formación y certificación del profesional. Un verdadero sexólogo debe contar con estudios en sexología avalados por instituciones reconocidas y, en muchos casos, con formación en psicología, medicina o educación. También es importante que existan regulaciones más estrictas para evitar que personas sin preparación ejerzan en un campo tan delicado como la sexología. El intrusismo en la sexología es un problema que puede generar daños en la salud sexual y emocional de las personas. Para prevenirlo, es clave educar sobre la importancia de acudir a profesionales cualificados y promover normativas que regulen el ejercicio de esta disciplina.

 

Diferencias entre sexólogos y sex coaches

 

Los sex coaches no deberían asumir competencias que corresponden a la terapia sexual o de pareja, ya que carecen de la formación clínica y psicológica necesaria para tratar problemas profundos de disfunción sexual o conflictos de relación. Sin embargo, sí pueden desempeñar un papel valioso en el acompañamiento de personas o parejas que buscan mejorar su vida sexual desde un enfoque educativo y práctico. Según la doctora Melitza González, sexóloga en Cantabria, el trabajo del sex coach se basa en brindar herramientas, ejercicios y estrategias para potenciar la confianza, el placer y la comunicación en la intimidad.

 

Nuestra labor es más orientada al coaching motivacional y educativo, ayudando a las personas a explorar su sexualidad, romper tabúes y mejorar su bienestar sexual a nivel personal o en pareja. Por otro lado, cuando hay problemas más complejos como disfunciones sexuales, traumas, problemas emocionales profundos o crisis de pareja, es fundamental que el sex coach sepa derivar a un sexólogo o terapeuta especializado. En estos casos, el coach puede complementar el proceso terapéutico, ofreciendo apoyo en la implementación de técnicas recomendadas por el profesional de la salud.

 

El sex coach no debe sustituir la terapia sexual ni de pareja, pero sí puede ser un aliado en el acompañamiento, motivación y educación en el ámbito de la sexualidad, siempre respetando los límites de su profesión y colaborando con especialistas cuando sea necesario. Y es fundamental conocer qué servicios ofrece y puede ofrecer cada profesional dentro del ámbito de la terapia sexual, ya que cada uno tiene una formación, enfoque y límites de actuación diferentes.

 

Un sex coach es un profesional que ayuda a las personas a mejorar su vida sexual

 

Un sex coach o coach sexual es un profesional que ayuda a las personas a mejorar su vida sexual, brindándoles educación, herramientas y estrategias para superar bloqueos y mejorar su bienestar erótico. Muchas personas recurren a un sex coach porque sienten inseguridad, confusión o insatisfacción en su vida íntima. A continuación, exploraremos las principales dudas que suelen tener los clientes cuando buscan este tipo de orientación.

 

 

Dudas sobre el desempeño sexual

 

Una de las principales preocupaciones de quienes buscan un sex coach es su desempeño en la intimidad. Muchas personas sienten presión por «hacerlo bien», lo que puede generar ansiedad y afectar su experiencia sexual. Las preguntas más comunes incluyen:

 

¿Soy bueno en la cama?

¿Cómo puedo durar más tiempo en una relación sexual?

¿Cómo puedo satisfacer mejor a mi pareja?

¿Qué hago si tengo problemas de erección o eyaculación precoz?

¿Cómo puedo mejorar mis habilidades en el sexo oral o en otras prácticas?

 

Los hombres suelen preocuparse por la duración de sus encuentros y la firmeza de sus erecciones, mientras que las mujeres pueden preguntarse si están respondiendo correctamente o si su pareja realmente disfruta con ellas. Un sex coach trabaja en reducir la ansiedad de desempeño y fomentar una visión más saludable de la sexualidad basada en la conexión, el placer mutuo y la exploración.

 

Falta de deseo o incompatibilidad sexual en la pareja

 

Otro motivo frecuente de consulta es la falta de deseo o la diferencia en la libido dentro de una relación. Muchas parejas experimentan momentos en los que uno de los dos tiene menos interés en el sexo, lo que puede generar frustración y distancia. Algunas de las preguntas más comunes son:

 

¿Por qué he perdido el deseo sexual?

¿Cómo recupero la pasión en mi relación?

¿Es normal que mi pareja quiera tener sexo más (o menos) que yo?

¿Qué hago si ya no me atrae mi pareja como antes?

 

Los cambios hormonales, el estrés, la rutina y problemas emocionales pueden afectar la libido. Un sex coach ayuda a identificar las causas y propone estrategias para reavivar la chispa en la pareja, como mejorar la comunicación, explorar fantasías o introducir nuevas dinámicas en la relación.

 

Inseguridades sobre el cuerpo y la autoimagen

 

Muchas personas se sienten inseguras con su apariencia física, lo que afecta su desempeño y disfrute en la intimidad. Las dudas más comunes en este ámbito incluyen:

 

¿Soy atractivo para mi pareja?

Mi cuerpo ha cambiado con la edad o después del embarazo, ¿cómo puedo recuperar la confianza?

Tengo complejos con mi peso, estrías o genitales, ¿cómo los supero?

¿Cómo puedo sentirme más sexy y deseado/a?

 

Un sex coach trabaja en reforzar la autoestima y la aceptación del cuerpo, ayudando a las personas a sentirse cómodas con su propia imagen y a disfrutar plenamente de su sexualidad sin miedos ni juicios.

 

Dudas sobre orientación sexual e identidad de género

 

En algunos casos, las personas recurren a un sex coach porque tienen dudas sobre su orientación sexual o identidad de género. Algunas preguntas comunes son:

 

¿Es normal sentir atracción por alguien del mismo sexo si siempre me han gustado las personas del otro género?

¿Cómo sé si soy bisexual o simplemente curioso/a?

No me siento a gusto con mi género, ¿qué significa eso?

¿Cómo puedo hablar con mi pareja sobre mi identidad u orientación sin que se sienta herida o rechazada?

 

Estos temas pueden generar mucha ansiedad, especialmente en personas que han crecido en entornos conservadores o que temen el rechazo. Un sex coach proporciona un espacio seguro para explorar estas inquietudes sin juicios, ayudando a las personas a comprenderse mejor y a vivir su sexualidad de manera auténtica.

 

Fetiches y fantasías: miedo al juicio

 

Muchas personas tienen fantasías sexuales pero sienten vergüenza o miedo de compartirlas con su pareja. Algunas de las preguntas más recurrentes en este aspecto incluyen:

 

¿Es normal que me excite algo que mi pareja considera raro?

¿Cómo puedo hablar con mi pareja sobre mis fantasías sin que me juzgue?

¿Los fetiches son un problema o algo patológico?

Mi pareja quiere probar algo que no me gusta, ¿qué hago?

 

Un sex coach ayuda a normalizar la diversidad de gustos en la sexualidad y a fomentar la comunicación honesta en la pareja. También puede orientar sobre cómo establecer límites y encontrar puntos en común para explorar el placer sin presiones ni culpa.

 

Problemas de comunicación en la intimidad

 

La falta de comunicación es una de las mayores barreras para una vida sexual satisfactoria. Muchas parejas no saben cómo expresar lo que les gusta o lo que no les agrada en la cama. Algunas preguntas frecuentes son:

 

¿Cómo le digo a mi pareja que quiero probar algo nuevo sin que se sienta mal?

¿Cómo puedo hablar sobre mis necesidades sin parecer exigente o insatisfecho/a?

¿Qué hago si mi pareja no escucha mis deseos o límites?

 

El sex coaching enseña estrategias para una comunicación erótica efectiva, promoviendo un diálogo abierto y sincero sobre deseos, expectativas y límites.

 

Impacto del estrés y la ansiedad en la sexualidad

 

El estrés, la ansiedad y la depresión pueden afectar la vida sexual, reduciendo el deseo o dificultando el disfrute. Muchas personas acuden a un sex coach con dudas como:

 

¿Por qué el estrés afecta mi libido?

¿Cómo puedo desconectarme del trabajo y disfrutar del sexo?

¿Qué técnicas puedo usar para relajarme antes del sexo?

 

El coaching sexual ayuda a encontrar estrategias para reducir la ansiedad y crear un ambiente más relajado y placentero en la intimidad.

 

Infidelidad y recuperación de la confianza en la pareja

 

Cuando hay una infidelidad, la vida sexual de la pareja puede verse seriamente afectada. Algunas preguntas comunes incluyen:

 

¿Podemos recuperar nuestra vida sexual después de una infidelidad?

Mi pareja me engañó, pero quiero seguir con ella, ¿cómo reconstruimos la confianza?

¿Cómo sé si nuestra relación puede sanar?

 

El sex coaching no solo se enfoca en el aspecto físico del sexo, sino también en la conexión emocional y la reconstrucción de la confianza.

 

Diversidad sexual y relaciones no convencionales

 

Cada vez más personas buscan explorar dinámicas de relaciones fuera de la monogamia tradicional. Algunas de las dudas más frecuentes son:

 

¿Cómo funciona una relación abierta o el poliamor?

¿Cómo le propongo a mi pareja abrir la relación sin lastimarla?

¿Es normal que me atraiga otra persona, aunque ame a mi pareja?

 

Un sex coach puede guiar a las personas en estas exploraciones, ayudándolas a establecer acuerdos claros y a gestionar emociones como los celos o la inseguridad.

 

Sexualidad en diferentes etapas de la vida

 

La sexualidad cambia con la edad, y muchas personas buscan asesoramiento sobre cómo disfrutar del sexo en diferentes momentos de la vida. Preguntas comunes incluyen:

 

¿Cómo mantener una vida sexual activa después de los 50?

¿Cómo cambia la sexualidad en el embarazo o la menopausia?

¿Se puede seguir disfrutando del sexo con problemas de salud o discapacidad?

 

El coaching sexual ayuda a las personas a adaptar su vida erótica a los cambios del cuerpo y encontrar nuevas formas de placer.

 

Un sex coach proporciona herramientas para superar inseguridades

 

Las dudas sobre la sexualidad son normales y forman parte del crecimiento personal y relacional. Un sex coach proporciona herramientas para superar inseguridades, mejorar la comunicación y disfrutar del placer sin culpa ni miedo. La educación y el autoconocimiento son claves para una vida sexual plena y satisfactoria. Acude a nuestra sexóloga y sex coach en Torrelavega y te asesorará y te enseñará muchísimo en esta parte tan importante de nuestras vidas.