Dra. Cristina Bajo del Pozo

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca y Especialista en Dermatología y Veneorología Médico Quirúrgica con larga experiencia profesional tanto en el Sector Público como Privado. Formación en Dermatología Pediátrica en el Hospital del Niño Jesús.

Dedicada desde hace más de 25 años al cuidado y tratamiento de las distintas patologías relacionadas con la piel, cabello y uñas: Dermatitis, acné, rosácea, psoriasis, infecciones de la piel, alopecias, infecciones de las uñas y cirugía de las mismas.
Amplio conocimiento y experiencia sobre cáncer cutáneo así como su tratamiento quirúrgico y prevención con el estudio y seguimiento de lesiones precancerosas y lunares con dermatoscopia.

Miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y del Grupo Español de Enfermedades Infecciosas (AEDV) y de Hidrosadenitis Supurativa (AEDV).
Miembro de las Comisiones de Tumores y de Heridas Crónicas del Complejo Hospitalario de Palencia. Publicaciones de ámbito Internacional y participación docente en  numerosos cursos formativos.

Dermatólogo en Torrelavega

La dermatología es una especialidad médica que se enfoca en el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades que afectan la piel, el cabello y las uñas. Los tratamientos en dermatología varían ampliamente, desde procedimientos estéticos para mejorar la apariencia de la piel, hasta intervenciones más complejas para tratar afecciones médicas. La piel, como el órgano más grande del cuerpo, requiere un cuidado especializado, ya que está expuesta a factores externos y puede reflejar condiciones de salud interna.

 

Uno de los tratamientos más comunes en dermatología es el manejo del acné, una condición que afecta tanto a adolescentes como a adultos. El tratamiento del acné puede incluir productos tópicos, como retinoides y antibióticos, así como medicamentos orales en casos más severos. En ciertos casos, se utilizan procedimientos como la terapia con láser o la luz pulsada intensa (IPL) para reducir las cicatrices del acné y mejorar la textura de la piel. Otra área clave en dermatología es el tratamiento de enfermedades inflamatorias de la piel, como la psoriasis o la dermatitis atópica. Estas afecciones crónicas pueden ser tratadas con una combinación de terapias tópicas, medicamentos orales o inyecciones biológicas que ayudan a controlar la inflamación y mejorar la calidad de vida del paciente. Además, en la psoriasis, se puede recurrir a la fototerapia, una técnica que utiliza la luz ultravioleta para reducir las lesiones en la piel.

 

La dermatología estética también ofrece una amplia gama de tratamientos para rejuvenecer y embellecer la piel. Entre los más populares se encuentran los peelings químicos, que eliminan las capas superficiales de la piel para tratar manchas, arrugas finas y cicatrices leves. Otro procedimiento común es el uso de inyecciones de toxina botulínica (Botox) y rellenos dérmicos, que ayudan a reducir arrugas y restaurar el volumen facial perdido, mejorando el aspecto juvenil del rostro. Además, los dermatólogos se especializan en la detección y tratamiento de lesiones precancerosas y cáncer de piel. Los tratamientos incluyen la eliminación de lunares o lesiones sospechosas mediante técnicas quirúrgicas como la extirpación o la cirugía de Mohs, un procedimiento que remueve capas de piel afectadas con precisión para conservar el tejido sano. La detección temprana es clave en estos casos, y los dermatólogos realizan chequeos regulares para monitorear cualquier cambio en la piel.

 

Los tratamientos en dermatología son variados y están diseñados para abordar tanto condiciones médicas como estéticas. Ya sea para mantener la salud de la piel o mejorar su apariencia, los dermatólogos juegan un papel crucial en el bienestar general, proporcionando soluciones personalizadas y basadas en las necesidades específicas de cada paciente.